No se trata de una tarea sencilla diseñar la portada de un libro con papel ahuesado y que además esta resulte atractiva para el lector pues debe seguir una armonía tanto en su forma, como en color para integrar todos los elementos.
Para lograrlo hay que mantener presente que debemos convencer al lector de que invierta su valioso tiempo y dinero en esa obra en solo un golpe de vista. Para lograrlo, te dejamos algunos consejos:
Reflejar los valores de la obra
Quizás parezca complicado, pero una portada debe transmitir los valores de una obra y la personalidad del autor. Para ello se debe transmitir información relacionada con el género del libro, los personajes, la trama, entre otros aspectos.
En otras palabras, resulta tan sencillo como reflejar en el exterior todo lo que el lector encontrará en el interior. Esa es la razón por la que resulta recomendable, transmitir aquello que es exactamente la obra, ni más ni menos.
Seleccionar los colores
Imaginemos por un momento la portada de un libro que esté relacionado con la naturaleza y que este no tenga nada de color verde. La respuesta inmediata sería un rotundo no. Por ello, la elección de los colores que se presentarán en la portada resultan de suma importancia pues influyen de forma directa en cómo se siente el autor y en cómo piensa.
Para ello se deben elegir los colores apropiados para el tema del libro. Rojo (pasión y fuerza), azul (confianza y libertad), verde (salud y alimentación), negro (elegancia y sofisticación), blanco (pureza y perfección) y marrón (credibilidad y comodidad). Si se va a utilizar una imagen, la recomendación es utilizar colores que complementen a la misma o a su color primario.
Seleccionar la tipografía
Uno de los aspectos más complicados es saber transmitir por medio de la tipografía los valores de una obra. Algunas evocan elegancia, fuerza, antigüedad, juventud, pero siempre todo va a depender del tema que se haya elegido.
Por otra parte, es muy importante la claridad, limpieza del texto y la imagen, el tamaño del título debe ser lo suficientemente grande para que no se confunda con el resto de los elementos de la portada.
Selección de las imágenes y del formato
Una vez que se tenga todo lo anterior, es momento de elegir una imagen o las imágenes que formarán parte de la portada del libro. La recomendación es buscar una imagen con gancho. Es la protagonista que mira directamente al lector, para ello hay que evitar esas imágenes que no miran de frente al espectador o los elementos que no tienen sentido, pues dispersan la atención del mismo.
Recomendaciones finales
- No hay que sacrificar la practicidad por la creatividad. En ocasiones nos encontramos con portadas muy creativas pero que al momento de imprimir no son prácticas ya que contienen palabras o imágenes recortadas por o elementos que se llegan a comprender.
- Atención con los colores que se utilizan, debemos diferenciar entre colores RGB ideales para libros en digital y colores CMYK, que son perfectos para libros impresos.
- Hacer una buena sinopsis es la diferencia pues hay que recordar que solo se tienen entre 8 y 15 segundos para portada y contraportada, por lo que se debe aprovechar bien ese tiempo.